sábado, 13 de febrero de 2010

DESANGRADO


Desestabilizas la flor
con el pie herido
y arrullas mis torpezas dulces
con un ojo robado,
desbordas mi casa
en una gota de tu pecho


Lluvia rabiosa murmura
en la risa ahogada
del ave de los caminos.
La soledad procura
roer los silencios
de tu zapato llagado.
Reverdezco los sueños
que dejaste regados,
tendría que amamantarlos de nuevo
para que no se sequen
como limones ungidos.

Regurgito la melaza oscura de tu amor
Y me escondo en tu carne de
Arena que inflama el paisaje de la duda,
se arrastra en los labios del Pistilo
destierra un cardo y un tenedor.