viernes, 10 de octubre de 2008

EL CORAZóN DE MERY




I

Eres corazón de manzana,
dulzura de mi vida,
voz de la tarde en mi pecho,
mi cielo estrellado,
mi caricia invisible.

Anochece en tu pelo,
tus latidos comen de mis dedos,
mi musa de ojos tiernos,
ternura de lejanía tan cerca,
amor de las cosas sencillas.


II

Mery, Mery, Mery
tu nombre
se impregna en los rincones de mi ser
como orquídea,
como colibrí,
como magma.


III

Tu corazón de diosa desvelada,
corazón de mujer tú me embriagas
con tus detalles, con tu ternura hechizada,
con tu lejanía tan cerca,
con tus besos virtuales
que abrigan mis noches vegetales.

IV

Esta felicidad tiene el color de tus mensajes
y de esas madrugadas que empiezan a tocarme
con tus manos de ángel,
con tus ojos amorosos
que me invitan a quedarme
en la eternidad de tus labios.


V

Quisiera mirarte de frente
y beber de tu sonrisa
que tiene los sonidos del mar,
las pisadas de las gaviotas
y las caricias de un río recién nacido,
quisiera decirte tantas cosas
pero sé que no alcanzaría el tiempo,
pues los caminos de mi corazón
quieren estar junto a ti.

VI

Eres una chica que me agrada en todo sentido,
tal vez me estoy apresurando
pero quiero decirte que te tengo dentro de mí
como el centro del sol,
como un niño acurrucado,
como un idioma aún no pronunciado

VII

Pienso en ti como piensan las aves en su retorno a un lugar más cálido,
como la luna piensa en cruzar la noche para alumbrar tu desnudez,
como la pasión piensa en tus besos, en tus sueños, en tu sencillez, en tu dedicación
pienso en ti con llovizna o con sol, con esperanza y con paradero, con ojeras y con ilusión.